Forma parte de mí como si fuera mi otra mitad, completa las partes vacías de mi cuerpo y me mantiene siempre con la frente en alto. Gracias a él aprendí a dejarme ser, que cada uno es como es y que todos tienen su propio talento escondido. Siempre pensé como agradecerle por hacerme el regalo más grande, más fuerte, haberme regalado todo lo que tiene. Demostrarme que me ama como nadie más en la Tierra puede amarme y que no importa lo que pase, siempre va a estar conmigo. Perdió su tiempo por mis ilusiones, por buscarme un lugar donde pudiera ser valiente para ser feliz conmigo misma. Y hoy, la verdad puedo decir que me siento orgullosa de ser quien soy. Puedo confiar en mi misma, tengo fe y nunca pero nunca voy a perder la esperanza. Por él, trato de hacer lo mejor que pueda en lo que sea que haga porque sé que eso lo hace feliz. No me alcanzaría la vida para poder agradecerle absolutamente todo lo que hizo y hace por mí día a día. Sabe cómo demostrarme que no importan demasiado las cosas de la Tierra si se vive con la mirada puesta en el cielo. Me ayudó a creer en mi misma pero por sobre todo a dejar mis sueños en manos de alguien muchísimo más grande. Gracias a él, creo más en milagros que en simples posibilidades. Por eso lo amo, hasta el cielo ida y vuelta cuantas veces pueda imaginarse, es una de las pocas personas que me hace sentir así de bien. Me llena de felicidad, orgullo y me da una paz extremadamente hermosa. Me encanta verlo feliz, su sonrisa me provoca felicidad, de esa felicidad que te hace pensar que existe un motivo para querer ser mejor cada día. Si él está bien, yo también lo estoy. Me enseño a ser fuerte pero también a veces, a dejarme vencer, a rendirme; no porque no tenga ganas de luchar sino porque simplemente es una enseñanza para mí. Y no lo habrá dicho pero si demostrado y seguramente no tiene idea de cuánto aprecio eso. Cuanto aprecio que él también se equivoque porque ‘errar en la vida es algo humano’ pero tener la honradez para saber perdonar cuando realmente te defraudaron a tal punto de decepcionarte y lastimarte, es algo que él sabe lo que verdaderamente significa. No creo que sea perfecto porque nadie en el planeta lo es, pero si representa mi mayor ejemplo y admiración. Tiene sus problemas, sus situaciones diarias pero sabe en quien depositar su fe y conseguir esa paz que da una tranquilidad única. 

Lo amo más de todo lo que él puede imaginarse, más que cada palabra, cada gesto. Me hace creer en un mañana, en un futuro, en un final feliz y eso es totalmente inexplicable e ilógico. 

¡FELIZ CUMPLEAÑOS PARA PAPÁ!